Con las nevadas que han estado cayendo en los últimos días en nuestro bello país de los quesos y las montañas se hace muy fácil el ir a deslizarse en trineo, este deporte invernal que tanto nos gusta a Maria y a mí, aunque hay que decir que no es una actividad libre de riesgo, ya que, hemos tenido unos cuantos encuentros cercanos del tercer tipo con árboles y vallas protectoras (jejeje), pero como siempre, nada que lamentar.
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