Mi ausencia durante este tiempo en el blog se debe a una simple y sencilla razón. Nuestro pequeño retoño (como le llamó mi prima Jeanette) ha llegado al mundo. Así es, después de tanto esperar (ya lo sé, un embarazo generalmente dura 9 meses, pero cuando uno es el que está en la espera, ésta parece interminable) llegó el tan ansiado día en el que nuestra pequeña "Lenteja" viera la luz del mundo por primera vez.
No, no pienso detallarles como fue el parto, porque soy de la firme creencia que cada parto es completamente diferente. Además de que no hay necesidad de que se enteren de que durante un momento tuve que sentarme en el suelo para no desmayarme o de cómo fue que Maria tocó el pelo de la niña cuando sólo había salido la cabecita.
Lo que sí pienso contarles es que nuestra hija es maravillosa y que éste es el final de un ciclo (el de Maria y yo como pareja) y el inicio de otro (Maria, Danièlle y Yo como familia). Espero que tengamos la suficiente sabiduría, experiencia, paciencia y amor para hacer bien nuestra labor de padres.
Comienza esta nueva etapa. Yeah!!!!!!
