Tuvieron que pasar tres inviernos desde que llegue a vivir a Suiza para que finalmente me decidiera a practicar un deporte invernal que siempre me ha gustado, el snowboard.
El sitio elegido para mi primer contacto con el snowboarding fue Atzmännig y los acompañantes en esta aventura fueron Miguel y Steffi. El camino estuvo muy tranquilo, sólo la autopista completamente cubierta de nieve nos retraso un poco pero nada que estuviera fuera de lo previsto. Eso si, conducir a 120 km/hr en una autopista congelada puede llegar a ser bastante "divertido" :D
Afortunadamente también para Miguel era su primera vez practicando un deporte invernal así que no me tenia que sentir mal por ser el último de todos :p. Y para que todo fuera más fácil decidimos contratar a Walter, un snowboardlehrer que siempre estuvo con nosotros para indicarnos la forma más efectiva de hacer los movimientos y darnos ánimos para conseguir nuestro objetivo.
Debo reconocer que al principio me costó mucho el cogerle el truquillo a eso del impulso en terreno llano y es que no es nada sencillo intentar impulsarte cuando tienes un pie sujeto y el otro choca involuntariamente con la tabla, haciendo que todo tu esfuerzo se concentre los primeros 20 minutos en no pasar todo el rato en el suelo y "probando" la nieve constantemente.
Lo divertido es una vez que ya tienes la técnica dominada, ahí es cuando comienzas a disfrutar de verdad y te das cuenta que ha merecido la pena las veces que has "besado" la nieve. La sensación de bajar solo tu primera pista es increíble.
Maria estuvo muy bien, a pesar de no haber podido hacer nada por lo del embarazo, se ha reído un montón con nuestras caídas e incluso a prometido que para cuando pueda esquiar de nuevo nos acompañará con mucho gusto, ya que Miguel y yo ahora ya casi podemos inscribirnos en el circuito profesional de Snowboarding. Por lo que gustosamente puedo decir: Objetivo logrado, ya sé hacer Snowboard, yeah!!! :D
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